Home

¿Cuál es tu situación con respecto a tu objetivo profesional?

Responde ordenadamente a las siguientes preguntas. De esta manera, seguirás el proceso de reflexión más adecuado para fijar un nuevo objetivo profesional.

1
¿Qué sabes hacer bien?
Actividades que se te dan bien, que las personas de tu entorno valoran y destacan. Pregúntales por ello.
2
¿Qué te gusta hacer?
¿Cuáles son tus intereses, qué es lo que te motiva, que te apasiona? Ten presente que dedicamos muchas horas y energía al trabajo.
3
¿Cómo eres?
¿Qué valores y creencias tienes? Seguro que algunos rasgos de tu personalidad te definen mejor como profesional.
Por ejemplo: ¿Eres una persona creativa? ¿Te gusta el orden? ¿Eres de carácter extrovertido?
4
Tu puesto ideal
Con la respuesta a las anteriores preguntas puedes encontrar puestos de trabajo que son ideales para tu perfil, ya que se alinean con tus intereses, tus competencias y conocimientos. Haz una primera lista de estos puestos de trabajo.
5
El mercado de trabajo
Con esta información deberás buscar las ofertas que actualmente ofrece el mercado de trabajo. Revisa los perfiles que demandan, así como los conocimientos, experiencia y competencias.
6
Tu objetivo profesional
El objetivo profesional es la definición clara y concreta de qué quieres trabajar. Puestos de trabajo que demanda el mercado y que están alineados con tu perfil profesional, tus intereses y tus competencias.

Si tu perfil no se ajusta al del objetivo profesional, habrá que poner en marcha un plan para mejorarlo. Este desajuste puede deberse a diferencias en tus intereses, competencias, conocimientos o bien experiencia acumulada hasta ahora.

Investigación del mercado

Si tus intereses no coinciden con lo que pide el mercado, busca alternativas. Plantéate puestos de trabajo que pueden cuadrar parcialmente con tus intereses, modulando de esta manera tu objetivo profesional. Por ejemplo: quizá el mercado de trabajo no pide personas expertas en hebreo, pero puedes encontrar oportunidades como guía de turismo en el barrio judío de tu ciudad.

Entrenamiento

Si no tienes todas las competencias o bien en el nivel en que se piden, debes saber que se pueden entrenar. Conocer tu perfil competencial actual y fijar un plan de mejora es clave.

Formación

Si no dispones de la formación requerida por el mercado, recuerda que tienes a tu alcance muchos recursos formativos. Desde formación reglada a específica o ocupacional. Antes de decidirte, valora que te aportará cada una y qué oportunidades profesionales pueden crear. Algunas formaciones incidirán más rápidamente que otras en tu empleabilidad.

Prácticas

Si todavía no tienes la experiencia necesaria, un período de prácticas puede aportar a tu currículum este primer entrenamiento laboral en un nuevo empleo. Aprovecha para poner en juego tus competencias y aquellos conocimientos que quizás hasta el momento se situaban en un plano más teórico. Otra opción es buscar puestos de trabajo de una menor cualificación que te puedan ir proporcionando esta primera experiencia.

Tu perfil se ajusta al del objetivo profesional, pero no encuentras trabajo. En este caso es aconsejable revisar tu plan de búsqueda de empleo a fin de encontrar posibles errores.

Mercado laboral

Si no encuentras ofertas quizás es porque el mercado no las crea y tu objetivo profesional no es realista. En este caso, será necesario volver a fijar un nuevo objetivo profesional. Pero antes asegúrate de que estás usando los canales adecuados. Según el sector al que te diriges y tu objetivo habrá unos canales más efectivos que otros.

Canales de búsqueda

Si encuentras pocas ofertas puedes reforzar los canales. Hay muchos: portales de Internet, bolsas de trabajo, empresas intermediarias... Y no olvides la autocandidatura y tu red de contactos. Si los combinas obtendrás mejores resultados. Ten en cuenta que también hay canales especializados en sectores concretos. Si con todo esto no encuentras más ofertas, será una señal de que en el mercado no hay mucha demanda.

Herramientas de presentación

Si encuentras ofertas, te presentas, pero no accedes a los procesos de selección, debes revisar tus herramientas de presentación. Es interesante que revises tu modelo de CV y la carta de presentación que envías, pues es probable que no transmitan una imagen adecuada a tu perfil.

Entrenamiento

Si llegas a los procesos, pero no superas las entrevistas, es preciso que las entrenes. Es el momento en el que tienes que mostrar y explicitar tus competencias, reforzar y enriquecer lo que expresa tu CV y presentar una sólida candidatura. Prepararlas detenidamente y entrenarlas te puede ser de gran utilidad.